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Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 7,36-50

Un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseose recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendoen casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pie con sus lágrima, se los enjugaba con sus cabello, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.

Al ver esto, el fariseo que lo había invitado, se dijo: Si este fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.
Jesús, tomó la palabra y le dijo: Simón tengo algo que decirte. Él respondió: dímelo, maestro. Jesús le dijo: un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos ¿Cuál de los dos le amará más? Simón contestó: su pongo que aquel a quien le perdonó más. Jesús le dijo: has juzgado rectamente. Y, volviéndose a la mujer dijo a Simón. ¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste, ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú, no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso digo, sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados están perdonados.

Los demás convidados empezaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que hasta perdona pecados? Pero Jesús dijo a la mujer. Tu fe te ha salvado, vete en paz.

PARA COMPRENDER MEJOR:

La “unción” en este evangelio tiene un significado de perdón y conversión. En ella se subraya un aspecto muy querido de Lucas: mostrar la misericordia de Jesús con los pecadores.

Jesús participa en los banquetes para llevar el perdón y la compasión a los pecadores, para expresar la alegría de la salvación que se hace real en él.
La acción de esta mujer es como una respuesta de gratitud, como la consecuencia del perdón recibido. El amor de los deudores es la respuesta al perdón de la deuda del prestamista, que en la parábola representa a Dios.

Lucas quiere expresar la íntima relación que hay entre el amor agradecido y el perdón de los pecados. Simón no puede entender la gracia y el don gratuito y generoso del que Jesús es portador. El perdón no se da a cambio de amor, sino que se da, simplemente, sin esperar nada a cambio. Es lo que la fe de la pecadora ha entendido.

Es significativo que Lucas haga mención de las mujeres que acompañaban a Jesús con los doce. Nos indica que “la mujer” no debe ocupar en la iglesia y en el mundo un puesto secundario. Ellas serán las testigas de su muerte y resurrección y estarán presentes en el origen de la Iglesia.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Con qué ejemplos explicarías tú que la iglesia y los que la formamos, es y somos continuadores de practicar la compasión, la misericordia y el perdón, tan característico del hacer de Jesús y del SER de Dios?.

REZAMOS:

Dale gracias a Dios por tantas veces como te ha perdonado. Construye tu mismo/a la oración

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 7,11-17

Iba Jesús de camino a una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto hijo único de su madre, que era viuda y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo. “no llores”.

Se acercó al ataúd, lo tocó, (los que lo llevaban se pararon) y dijo. “Muchacho, a tí te lo digo, levántate”. El muerto se incorporó y empezó a hablar y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.

La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y judea entera.

PARA COMPRENDER MEJOR:

En una sociedad en la que la seguridad de la mujer dependía de los hombres de su familia, esta viuda, que ha perdido a su hijo, se encuentra indefensa. Pertenece a los pobres y pequeños que Jesús había proclamado dichosos. Por eso al dar la vida a su hijo, Jesús provoca en el pueblo una confesión de fe en él y en la misericordia de Dios.

Lucas se ha inspirado para contar este relato en las narraciones de milagros de los profetas Elías y Eliseo. Sin embargo el tono imperativo de Jesús, contrasta con el recurso a la oración en los profetas mencionados. La autoridad de Jesús no es solo la de un profeta, sino la de aquel que se presenta como el Mesías de Israel, el Hijo de Dios y el Señor de la vida y de la muerte, que sabe compadecerse de la necesidad humana.

Todo esto se puede resumir en la afirmación de que “Dios ha visitado a su pueblo”. El A.T. habla de estas “visitas”como intervenciones de Dios para bendecir a su pueblo (Gen21,1; Ex 3,16; Jr 29,10, o para castigarlo (Ex 32,34; Is 10,12; Ez 23,21).

Aquí la visita es obra de su gracia y devuelve la vida al hijo de la viuda de Naín; pero no es descabellado decir que, toda la vida de Jesús, y no solo este acontecimiento, es la visita definitiva de Dios a los hombres (Mt 28,20). Jesús hace presente en la Historia la salvación de Dios.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Guardas en tu memoria alguna de las visitas que Dios te ha hecho a lo largo de tu vida? (aunque no haya sido tan espectacular como resucitar a un muerto).

  • ¿Conoces entre la gente sencilla a la que tratas, a alguien que tenga conciencia de haber sido visitado/a (consolado/a) por Dios?.

SUGERENCIA:

Dedica algún rato a lo largo de la semana, para repasar lo que va siendo tu vida hasta ahora, como va interviniendo el Señor, a qué te va llevando ¿has hecho o has dejado de hacer algo, porque tenías conciencia de que te lo pedía el Señor?.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 9,11b-17

Jesús se puso a hablar a la gente del Reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.

Caía la tarde y los doce se acercaron a decirle. Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado.

Él les contestó: Dadles vosotros de comer.

Ellos replicaron: no tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.(porque eran unos cinco mil hombres).

Jesús dijo a sus discípulos. Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta. Lo hicieron así y todos se echaron.

Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron y cogieron las sobras: doce canastos.

PARA COMPRENDER MEJOR:

En el gesto de la multiplicación de los panes Jesús revela su condición de ser el que aporta la salvación definitiva a los hombres de todos los tiempos. En el A.T. esta salvación se describe como un banquete de abundancia.

Este texto nos recuerda el alimento que Dios proporciona a su pueblo en el desierto, (Ex 16) y a los “tiempos mesiánicos” simbolizados por un gran banquete, (Is 25,6-8). Pero, sobre todo, el texto refleja claramente la Eucaristía celebrada por la Iglesia primitiva.

La forma que Lucas tiene de contar cómo sucedieron las cosas -“Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, los partió y se los dio” – nos lleva a los textos eucarísticos del evangelio (Lc 22,19;24-30) , como si este milagro fuera el anticipo de lo que iba a suceder en la vida de la Iglesia.

En el texto aparecen descritas las tareas pastorales de la comunidad creyente: Predicación – servicio a los necesitados – celebración Eucarística.

Nos podemos fijar en:

  • Los discípulos están atentos a la necesidad de la gente. No creen que la solución de la necesidad sea cosa suya; se sienten desbordados por una necesidad tan grande.
  • Jesús les hace ver que el problema de la gente es su problema.
  • Jesús decide actuar y les asocia a la acción.
  • Lo poco de los discípulos y la superabundancia de la acción de Jesús.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Dónde y en quien encontramos nosotros manifestaciones de la gloria del Señor?.

  • ¿Qué relación estableces entre la Eucaristía y la atención y servicio a los pobres?.

REZAMOS:

SALMO 78,24-29

Hizo caer sobre ellos maná,
Les dio un trigo celeste;
Y el hombre comió pan de ángeles,
Les mandó provisiones hasta la hartura.

Hizo soplar desde el cielo el levante
y dirigió con su fuerza el viento sur:
hizo llover carne como una polvareda,
Y volátiles como arena del mar;

Los hizo caer en mitad del campamento,
Alrededor de sus tiendas.
Ellos comieron y se hartaron,
Así él satisfizo su avidez.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 16,12-15

Dijo Jesús a sus discípulos: muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora. Cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.

Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.

PARA COMPRENDER MEJOR:

¿Qué Buena noticia podemos entender en el texto?

El Dios que se nos manifiesta en Jesús es Familia. El Dios en que creemos es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es una comunidad de amor en diálogo permanente y en íntima comunicación.

Si el amor se guardara, ya no sería amor. Dios, que es amor, se deborda: a través de Jesús, que nos revela esa comunidad de amor que es Dios; a través del Espíritu Santo, que nos mete en ella y nos hace miembros de la familia de Dios.

Nosotros hemos recibido el Espíritu que guió a Jesús a lo largo de su vida. También a nosotros nos guía: nos va dando a conocer el proyecto que Dios quiere realizar y nos da el deseo y la fuerza para colaborar en él.

El amor de Dios sigue manifestándose y desbordándose en la vida de quienes le son fieles.

¿Qué Buena Noticia encontramos a nuestro alrededor?

La Buena Noticia no es solo lo que se nos cuenta en el libro de los evangelios. Buena Noticia es lo que Dios sigue haciendo hoy a favor nuestro; el evangelio escrito nos ayuda a reconocer el evangelio que hoy Dios está haciendo.

NOS PREGUNTAMOS:

  • En las personas y grupos con los que tratamos ¿Podemos reconocer algún gesto que nos recuerde el amor, – la comunidad – que decimos que es Dios?.

  • ¿Reconoceríamos como intermediarios del amor de Dios, que quiere reunir a sus hijos dispersos?.

REZAMOS:

¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que has creado,
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
El ser humano para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
Lo coronaste gloria y dignidad,
Le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus piés.

Rebaños de ovejas y toros
Y hasta las bestias del campo,
Las aves del cielo, los peces del mar,
Que trazan sendas por el mar.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 24,46-53

Dijo Jesús a sus discípulos: Así estaba escrito, el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.

Después los sacó hacia Betania y levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.

Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

PARA COMPRENDER MEJOR:

El acontecimiento de la resurrección tenía muchos aspectos para poder abarcarlos todos de un solo golpe de vista. Por eso en el N. T. son presentados uno detrás de otro: Pascua, Ascensión, Pentecostés.

La Ascensión es una manera de manifestar que el Padre ha glorificado a Jesús y lo ha exaltado haciéndolo Señor y Mesías.

Jesús ha cumplido con fidelidad total la misión recibida del Padre hasta el extremo de entregar su vida. Dios responde resucitándolo y dándole una vida nueva, con lo cual confirma la palabra y la obra de Jesús y desautoriza a las autoridades que lo habían condenado. “En su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos”.

La Ascensión es el comienzo de un tiempo nuevo. Ahora Jesús alienta a sus testigos y les da su Espíritu, que les llevará a hablar y a obrar como él. Las acciones del crucificado-resucitado no terminan con el tiempo; se prolongan en la palabra y en la acción de los suyos.

Afirmamos convencidos que Jesús está en el cielo. Con la misma convicción afirmamos que el cielo es donde la comunidad de discípulos saca adelante la misión de Jesús.

NOS PREGUNTAMOS:

  • Hemos recibido el Espíritu, hemos sido enviados ¿A través de qué acciones estamos realizando nosotros hoy, como comunidad, la acción de Jesús?.

  • ¿Dónde encontramos testigos? ¿Qué les vemos hacer que nos lleve a identificarlos?.

REZAMOS:

Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.

Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, Emperador de toda la tierra.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas;
Tocad para Dios, tocad; Tocas para nuestro Rey, tocad.

Porque Dios es el Rey del mundo, tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado.

LLAMADAS

¿Qué cambios nos sentimos llamados a realizar, en relación con los hechos que hemos recordado?

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 14,23-29

Dijo Jesús a sus discípulos: El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardara mis palabras. Y la Palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda sigáis creyendo.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Se responde aquí a una cuestión planteada al principio del evangelio, (Capít. 4, el encuentro de Jesús con la Samaritana). El lugar de la presencia de Dios, del nuevo centro del culto. Este culto ya no está ligado a ningún espacio físico, ahora es la persona, la comunidad que muestra su amor al Señor manteniéndose fiel a su palabra, el único lugar de culto legítimo. Por la fe, el Espíritu Santo convierte al creyente en morada de Dios.

Para los discípulos y para la comunidad, Jesús ocupa en cierto modo un doble lugar. Está presente en la comunidad por medio del Espíritu Santo y por su palabra y está también junto al Padre. La ida de Jesús al Padre es la condición para su presencia permanente en la comunidad y para el envío del Espíritu Santo que explicará y actualizará las enseñanzas de Jesús.
Cuando en la Biblia se habla de paz, no se refiere solo a un saludo o una despedida. Se trata de un estado de cosas positivo, que no solo incluye la ausencia de la guerra y de la enemistad personal, sino que comprende, además, la prosperidad, la alegría, el éxito en la vida, las circunstancias felices y la salud entendida en sentido religioso.

La paz aparece como en la poesía de Isaías, (11,1-11).Casi como un estado cósmico de seguridad exterior, prosperidad, fecundidad y bienestar general, como una gran reconciliación de la sociedad humana y la naturaleza, que Dios nos regala. Estas palabras de Jesús no son una despedida al uso, sino un don que hace a los discípulos.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Dónde y cómo se ve avivado hoy nuestro deseo de conocer a Jesucristo?.

  • ¿Cómo transparentamos y transparenta nuestra comunidad los criterios y la obra de Jesús?.

REZAMOS:


Oh Dios, que te alaben los pueblos,
Que todos los pueblos te alaben.

El Señor tenga piedad y nos bendiga
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud,
Y gobiernas las naciones de la tierra.

Oh Dios, que te alaben los pueblos
Que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
Que le teman hasta los confines de la tierra.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 13,31-35

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él. (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará).

Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo. Que os améis los unos a los otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os améis unos a otros.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Después de la salida de Judas, pronuncia Jesús unas palabras misteriosas. Lo que se avecina -la pasión-, será la manifestación de la gloria, tanto del Hijo, como del Padre.

Es la última vez que el evangelista recurre al título “Hijo del hombre” para designar a Jesús. Este Hijo del hombre, cuyo retorno al Padre se avecina, expresa el significado de su presencia en nuestro mundo: la gloria de Dios se ha manifestado en él.

Esta manifestación o glorificación llega ahora, en la pasión, a su plenitud. La pasión es, al mismo tiempo, la exaltación-glorificación, el retorno al mundo celeste; es también la glorificación del Padre al ser el cumplimiento de su voluntad.

A la manifestación de la gracia y del amor de Dios, la glorificación del Hijo, debe corresponder la manifestación del amor por parte de los discípulos.

El amor mutuo es la esencia del discipulado y su única manifestación auténtica. A la novedad del mandamiento del amor contribuyen: Su causa, los discípulos deben amarse porque ellos fueron amados primero. (1Jn 4,19). Solo quien es amado y se siente amado, es capaz de amar. El amor de Jesús es fundamental y constitutivo del amor fraterno. No se trata solo de una acción, sino de una especie de atmósfera en la que respira el creyente y donde halla la fuerza para amar a sus semejantes.

Su finalidad”: El amor mutuo es para el mundo la señal de ser discípulos de Jesús, a parir de él, ”conocerán que sois discípulos míos”.

NOS PREGUNTAMOS:

Amar a familiares y amigos nos resulta fácil, otra cosa es extenderlo a los demás: compañeros de trabajo, vecinos, personas que se nos acercan, etc.

  • Qué nos facilita mirar con cariño a los otros? ¿Qué nos lo dificulta?.

REZAMOS:

Haz una lista mental de las personas que quieres y recórrela con Jesús.
Rezar por alguien es una forma de decir: “Te aprecio tanto que, a menudo le hablo a Dios de ti”.

Abre la lista y háblale a Dios de alguna otra persona a la que deberías querer más.

LLAMADAS:

¿Notas que el Señor te llama a cambiar tus relaciones con alguna persona? Intenta concretarlo: con quién, cuándo, de qué forma.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 10,27-30

Dijo Jesús: Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano.

Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.

Yo y el Padre somos uno.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Los judíos esperaban al Mesías anunciado por los profetas, unos, como rey, que triunfaría sobre los enemigos de Israel. Otros como Siervo doliente, que cargaría con los pecados del pueblo. Algunos como Pastor verdadero, que reuniría a los judíos dispersos.

Juan señaló a Jesús como Siervo y Cordero de Dios. Jesús se presenta como Rey en la pasión. Ahora lo hace como Pastor que viene en nombre de Dios a reunir las ovejas dispersas.

Ante los judíos, que se niegan a reconocerle, describe quién es y lo que significa ser de los suyos. Entre las cualidades que destacan en el Buen Pastor, están: el conocimiento de las ovejas, su defensa y su cuidado. En las ovejas: le escuchan, le siguen, se saben a salvo porque han recibido de él la vida definitiva que nadie les podrá arrebatar.

La garantía que ofrece Jesús para mostrar la verdad de su afirmación, es su unidad con el Padre, estar en sus manos es estar en las manos del Padre y el Padre “supera a todos” y “Yo y el Padre somos uno”.

Esta afirmación de Jesús sería blasfema si no fuera verdadera. En todo caso, ella divide a los hombres en dos facciones: los creyentes aceptan las pretensiones de Jesús y le consideran como el enviado del Padre para dar la vida al mundo. Los dirigentes judíos le consideran como blasfemo, como “alguien tan loco”, que se pone al nivel de Dios, por eso “cogieron de nuevo piedras para apedrearlo”.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Qué señales descubres en tu vida que acreditan tu pertenencia al rebaño que Jesús pastorea?.

  • Recuerda a otras personas en las que tú descubres señales de pertenencia a su rebaño.

REZAMOS:

Servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

Sabed que el Señor es Dios;
Que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 21,1-19

Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado “el mellizo”, Natanaél el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.

Simón Pedro les dice: me voy a pescar. Ellos contestan: vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: muchachos, ¿Tenéis pescado?, ellos contestaron: No.

Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron y no tenían fuerza para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería, le dice a Pedro: Es el Señor.

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.

Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice. Traed de los peces que acabáis de coger. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: vamos, almorzad.

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan ¿Me amas? Él contesta: si, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dice: apacienta mis corderos. Por segunda vez le pregunta: Simón, hijo de Juan ¿Me amas? Él le contesta: Sí, Señor, tu sabes que te quiero. Él le dice: pastorea mis ovejas. Por tercera vez le pregunta: Simón, hijo de Juan ¿Me quieres? Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: Señor, tú lo conoces todo, tú sabes que te quiero. Jesús le dice: apacienta mis ovejas. Te lo aseguro, cuando eras joven, tu mismo te ceñías e ibas donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará donde no quieras.

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: sígueme.

 PARA COMPRENDER MEJOR:

Este episodio expresa algo que va más allá de la materialidad de los peces, nos recuerda aquello de “Seréis pescadores de hombres”. Tiene que ver con la misión de la Iglesia. La misión es fructífera cuando se hace en el nombre del Señor, escuchando su palabra, tomándole como guía.

La pesca tan abundante se puede considerar como un “signo” que recuerda la cantidad de vino en Caná (Jn 2,6), la multiplicación de los panes (Jn 6,11), el agua viva, (Jn 4,14;7,37 ss), la vida eterna otorgada por el Buen Pastor, (Jn 10,10) y la plenitud del Espíritu, (Jn 3,34).

Por otra parte, los peces simbolizan a los que entrarían en la Iglesia gracias a la predicación apostólica.

La triple pregunta del Señor a Pedro, se corresponde con la triple negación la noche del proceso. A parir de esta confesión de amor, Cristo concede a Pedro su propio oficio de Pastor. El destino de Pedro será seguir al Buen Pastor en todos los detalles, incluso en la entrega de la propia vida. “Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿En qué situaciones nos ha parecido ver que la misión que Jesucristo confió a la iglesia, es realizada con eficacia?.

  • ¿Tenemos claro que lo que hacemos, lo hacemos en el nombre del Señor?. ¿Cómo lo explicaríamos?.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 20,19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Tomás, uno de los doce, llamado “el mellizo”, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor.

Pero él les contestó: si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en los agujeros de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús estando cerradas las puertas, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: ¿Por qué has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de sus discípulos. Estos se han escrito para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

PARA COMPRENDER MEJOR:

En los primeros versículos del texto encontramos dos partes claramente señaladas por la repetición del saludo. «Paz a vosotros». En la primera, los discípulos reconocen a Jesús vivo que conserva las señales de su muerte. El Mesías resucitado, que ha cumplido su éxodo hacia el Padre, libera a los discípulos reunidos del miedo que experimentan en medio de un mundo hostil y comienza la alegría del tiempo mesiánico.

En la segunda parte, Jesús pone a los suyos en camino para realizar la misión, para la cual les comunica el Espíritu que les dará fuerza para enfrentarse con el mundo y liberar a los hombres del pecado.

Jesús aparece en el centro de su comunidad, porque él es para ella la fuente de la vida, punto de referencia, factor de unidad. La comunidad cristiana está centrada en Jesús, que muestra a los discípulos los signos de su amor –vida entregada- y su victoria. El que está vivo delante de ellos es el mismo que murió en la cruz.

Después vuelve sobre un tema ya destacado en la Última Cena: el envío. Los discípulos entran en la misión del Hijo enviado por el Padre. Continúan la misma obra y para ello, cuentan con el Espíritu. El soplo de Jesús sobre ellos recuerda el primer soplo de Dios sobre el hombre, por el que recibe la vida. Aquí también se trata de una creación que hace nacer a la nueva vida.

Jesús da a la Iglesia el poder de perdonar los pecados. La conversión y el perdón de los pecados aparecen siempre en la primera predicación apostólica.

La comunidad es una señal del amor que el Padre tiene a los hombres. El episodio de Tomás viene a decirnos que la comunidad es el lugar “natural” donde se manifiesta el Resucitado; en ella podemos reconocerle; en ella tiene lugar la confesión de fe de Tomás: “Señor mío y Dios mío”.

La afirmación final del relato asegura a los creyentes del futuro, que no van a encontrarse en inferioridad respecto a los primeros testigos de la Resurrección, Este evangelio está escrito para nosotros: “dichosos los que crean sin haber visto.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Qué relación establecemos entre creer en Jesucristo, muerto y resucitado y pertenecer a la comunidad cristiana?.

  • ¿Qué conciencia tenemos de “ser enviados”, y como lo hacemos?.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 19,28-40

Jesús iba hacia Jerusalén, marchando a la cabeza. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos diciéndoles: “Id a la aldea de enfrente: al entrar encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo, y si alguien os pregunta. “¿Por qué lo desatáis?, contestadle: “El Señor lo necesita”. Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban al borrico, los dueños los preguntaron: “Por qué desatáis al borrico”. Ellos contestaron: “El Señor lo necesita”. Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos, y le ayudaron a montar.

Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y cuando se acercaba ya la bajada delmonte de los Olivos, la masa de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los milagros que habían visto, diciendo: “¡Bendito el que viene como Rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto”.

Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: “Maestro, reprende a tus discípulos”. Él replicó: “Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras”.

PARA COMPRENDER MEJOR:

En este relato Jesús aparece como el Mesías pacífico y humilde anunciado por el profeta Zac(9,9-10)( “¡Salta de gozo, Sión; alégrate, Jerusalén! Mira que viene tu rey, justo y triunfador, pobre y montado en un borrico, en un pollino de asna. Suprimirá los carros de Efraín y los caballos de Jerusalén; romperá el arco guerrero y proclamará la paz a los pueblos. Su dominio irá de mar a mar, desde el Rio hasta los extremos del país”), frente al Mesías triunfal que era esperado por la mayoría del pueblo (lc 19,11).

La orden de Jesús a sus discípulos para que traigan el borrico, representa el cumplimiento de la profecíade Zacarías a la entrada del Rey Mesías en Jerusalén.

Algunos rasgos de la narración, como el clima de alegría o el de extender el manto al paso de Jesús, revelan su realeza, manifestada de un modo sorprendente. Es un anuncio simbólico de lo que se producirá en su resurrección. Los discípulos entonan un canto inspirado en un salmo (118), que se utilizaba en las grandes fiestas judías. Es un canto en el que Jesús es saludado como el Mesías real, el enviado por Dios, que trae la paz escatológica.

La reacción negativa de algunos fariseos expresa el rechazo de muchos judíos al reconocimiento del mesianismo de Jesús, que replica diciendo que si los discípulos callaran hablarían las piedras. Nadie puede impedir que Jerusalén aclame a Jesús.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿De qué forma sueles tu aclamar al Señor?, ¿Qué recursos utilizas para agradecerle su venida y su presencia entre nosotros como el que nos salva?.

  • Alguna gente nos tacha a los creyentes de aburridos, tristones, aguafiestas. A veces las apariencias engañan ¿Tú crees que tienen alguna razón para pensar esto de nosotros?.

REZAMOS:

El pueblo que fue cautivo
y que tu mano libera
no encuentra mayor palmera
no abunda en mejor olivo

Viene con aire festivo
Para enramar tu victoria,
Y no te ha visto en su historia,

Dios de Israel más cercano
ni tu poder más a mano
ni más humilde tu gloria.

¡Gloria, alabanza y honor!
Gritad: “¡Hosanna!, y haceos,
como los niños hebreos,
al paso del Redentor.

¡Gloria y honor al que viene
en el nombre del Señor. Amén.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Juan 8,1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él y sentándose, les enseñaba.

Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y colocándola en medio, le dijeron: -Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú ¿Qué dices?

La preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarle. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo. El que esté sin pecado, que tire la primera piedra. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.

Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último: Y quedó solo Jesús y la mujer en medio, de pie.

Jesús se incorporó y le preguntó. Mujer ¿Dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?

Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Jesús aparece en el templo, sentado, enseñando al pueblo, como el maestro de Israel. Aparece también como juez. Le hacen juez los letrados y fariseos al presentarle a una mujer acusada de adulterio. Esperan de él que reconozca la ley de Moisés, y que imponga el castigo que, según esa ley, merece la adúltera.

Sin embargo Jesaús juzga de una manera extraña. A los que querían que cayera el peso de la ley sobre la adúltera, los pone a ellos también bajo el peso de la ley. Si concedemos la máxima importancia a la ley, todos resultamos culpables.

Para Jesús, la ley no es el máximo valor. Jesús inaugura una nueva era. La era de la misericordia. Jesús no hunde a la pecadora. Las defiende y la perdona. La devuelve el habla, la invita a marchar por caminos nuevos. Puede decirse que la devuelve a la vida.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Recordamos algunos casos de personas que han preferido la misericordia a la ley?.
  • ¿Nos parece que en esas personas podría verse un reflejo del juicio miseridordioso y desconcertante de Dios?

REZAMOS:

 El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían: el Señor ha estado grande con ellos.
El Señor ha estado grande con nosotros y estamos algres.

Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.

Al ir iban llorando, llevando la semilla;
Al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas

 

LLAMADAS

¿Qué cambios nos sentimos llamados a realizar, en relación con los hechos que hemos recordado?

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 15,11-32

Jesús les dijo esta parábola: Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: padre, dame la parte que me toca de la fortuna.

El padre les repartió los bienes.

No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.

Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible y él empezó a pasar necesidad.

Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos y nadie le daba de comer.

Recapacitando entonces se dijo ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí, me muero de hambre!

Me pondré en camino a donde está mi padre y le diré y le diré: “Padre he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros”.

Se puso en camino adonde estaba su padre.

Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarle.

Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.

Pero el padre dijo a sus criados: sacad enseguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado. Y empezaron el banquete.

Su hijo mayor estaba en el campo.

Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.

Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado porque lo ha recobrado con salud”.

Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió intentando persuadirlo.

Y él replicó a su padre: Mira, en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.

El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado.

PARA COMPRENDER MEJOR

El padre de la parábola, no acapara ni retiene a la fuerza. A pesar de los desvaríos de los hijos, el padre no reniega de ellos, espera su vuelta. En vez de tomar represalias, rehabilita al hijo pequeño e invita al mayor a entrar en la fiesta.

Con esta parábola quiere Jesús animar a los fariseos a ser misericordiosos como el padre. los discípulos han seguido contándola para que tengamos siempre presente cómo es Dios, Padre de Jesús y Padre nuestro.

NOS PREGUNTAMOS:

Esta parábola que hemos leido,

  • ¿Es solo un cuento o pasa de verdad en la vida ordinaria?.
  • Podemos experimentar la misericordia de Dios nuestro Padre, recordando algunas cosas que nos pasan o que pasan a nuestro alrededor.
  • ¿Qué sentimos nosotros al recordar estos hechos?.

REZAMOS:

Gustad y vez qué bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
Su alabanza está siempre en mi boca;
Mi alma se gloría en el Señor:
Que los humildes lo escuchen y se alegren

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
Ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
Me libró de todas mis ansias.

Contempladlo y quedaréis radiantes,
Vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
Él lo escucha y lo salva de sus angustias.

¿QUÉ CAMBIOS NOS SENTIMOS LLAMADOS A REALIZAR?

Podemos prolongar la reflexión y la oración a lo largo de la semana.

Podemos releer la parábola tratando de descubrir los rasgos que se dan en nosotros de cada uno de los tres personajes.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 13,1-9

En aquella ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilatos con la de los sacrificios que ofrecían.

Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé ¿Pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.

Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró.

Dijo entonces al viñador: Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.

PARA COMPRENDER MEJOR:

No conocemos con exactitud los dos hechos a los que el evangelio hace referencia. Son solo ejemplos que Jesús pone para deshacer un equívoco que había cundido en la opinión pública de entonces y para hacer una llamada a la conversión.

Creían que el que era alcanzado por alguna desgracia, era culpable de algún gran pecado. Veían una estrecha relación entre pecado y castigo.

La conclusión que saca Jesús y la afirmación que hace es bien distinta. Los que murieron no eran peores que los que quedaron con vida.

Lo que Jesús piensa y expresa es que, ante Dios todos necesitamos convertirnos a sus caminos; es la única manera de escapar de la destrucción.

La parábola de la higuera, referida al pueblo de Israel en la predicación de Jesús, ilustra las oportunidades que Dios concede para la conversión. Todavía es tiempo de arrepentimiento e Israel tiene la última oportunidad.

A pesar de la urgencia de la invitación a la conversión y dar frutos, vivimos todavía en el tiempo de la paciencia de Dios. “Dios ha hecho, (a Jesús), mediante la fe en su muerte, instrumento de perdón. Ha manifestado así su fuerza salvadora, pasando por alto, en virtud de su paciencia, los pecados cometidos en el pasado. Pero es ahora cuando manifiesta su fuerza salvadora, al ser él mismo salvador y salvar a todo el que cree en Jesús”. (Rom3,25-26).

No es este un tiempo para el temor, sino para la conversión y la esperanza.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Qué Opinión y qué idea tienen las personas cercanas a ti, de los males que ocurren? ¿Cómo suelen entender y reaccionar ante los desastres, la enfermedad, la muerte, las catástrofes naturales, etc?.

  • Recordar un gesto de misericordia y compasión que hayamos visto últimamente ¿Nos ha recordado lo misericordioso y compasivo que es Dios?.

REZAMOS:

Bendice,alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre
Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades,
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso;
lento a la ira y rico en clemencia;
como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 9,28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de una montaña para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.

De repente, dos hombres conversaban: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

No sabía lo que decía.

Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el escogido. Escuchadle”.

Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

PARA COMPRENDER MEJOR:

La ley y los profetas –Moisés y Elías- eran los dos pilares fundamentales en los que se sustentaba la religiosidad de los judíos en el Antiguo testamento.

Aquí aparecen conversando con Jesús y desaparecen de la escena. Queda Jesús solo con Pedro, Juan y Santiago y desde la nube se oye una voz: “Este es mi Hijo, el escogido; escuchadlo.

Desde ahora, el auténtico portavoz de Dios, el único al que hemos de escuchar es a Jesús.

La transfiguración de Jesús está relacionada con la escena del Bautismo. El ministerio de Jesús en Galilea queda inaugurado en el Bautismo por medio de una voz del cielo que proclama: “Tu eres mi Hijo querido, mi predilecto”. Aquí se repite esa presentación, estrechamente relacionado con el viaje a Jerusalén. Jesús va a la ciudad en que debe cumplirse su destino. Ciudad que “mata a los profetas”. (Lc 13,34)

Moisés y Elías “hablaban con Jesús de su muerte que iba a consumar en Jerusalén”, mientras los discípulos tuvieron un anticipo de la Pascua cuando “vieron su gloria”.

Cuando en un texto de la Biblia nos encontramos, como ocurre en este, con imágenes que se salen de lo común -blancura, gloria, chozas, nube, voz…- hemos de entender que se trata de una manera de expresar la fe. Las imágenes empleadas pretenden decirnos que Dios interviene, que está actuando, que su proyecto se realiza.

La intervención de Pedro y lo que se dice de los discípulos, nos indica lo lejos que se encontraban de entender el camino que estaba recorriendo Jesús, la manera que tenía de sacar adelante su misión.

NOS PREGUNTAMOS:

  • Dios sigue actuando ¿Dónde y cómo descubrirlo? ¿A través de qué “imágenes” podemos nosotros expresarlo?.

  • ¿Descubres en nuestra comunidad, en nuestro barrio, algún signo de que Dios está sacando adelanto su plan?.

REZAMOS:

El Señor es mi luz y mi salvación

El Señor es mi luz y mi salvación. ¿A quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida ¿Quién me hará temblar?

Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.

Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida
Espera en el Señor, sé valiente. Ten ánimo, espera en el Señor.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 4,1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

Todo aquel tiempo estuvo sin comer y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, dile a estas piedras que se conviertan en pan”. Jesús le contestó: “Está escrito: no solo de pan vive el hombre».

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: “Te daré el poder y la gloria de todo esto, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo esto será tuyo”. Jesús le contestó: “Está escrito: a Señor, tu Dios adorarás y a él solo darás culto.

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo. “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: encargará a los ángeles que cuiden de ti; y también: Te sostendrán en sus manos, para que tu pié no tropiece con las piedras”. Jesús le contestó: No tentarás al Señor, tu Dios”.

Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Lucas sitúa este relato a continuación del Bautismo de Jesús y de la genealogía, dos momentos en los que el evangelista le designa como Hijo de Dios. El Hijo de Dios, que es este hombre, es tentado por el diablo.

Las tentaciones no son cosa de un momento, algo que empezó y terminó en esta temporada, -cuarenta días- de desierto. De hecho, el “si eres Hijo de Dios”, del principio de su ministerio público, se repitió al final: “Si eres Hijo de Dios, baja de la cruz”.

Las tres tentaciones tienen un único objetivo: apartar a Jesús del camino de fidelidad al proyecto del Padre. El Espíritu Santo, que le había inundado en el bautismo es el que le va conduciendo ahora y, a lo largo de toda su vida.

Jesús encuentra en la Sagrada Escritura, (tres citas del libro del Deuteronómio), el argumento para hacer frente a las tentaciones. A cada una de ellas responde: “Está escrito” o “Está mandado”.

Ha de hacer frente a la tentación de hacer uso de sus poderes de Hijo, en provecho propio, al margen de la misión que el padre le ha confiado.

En un segundo momento, Jesús es tentado a reconocer como dueño y Señor, a alguien distinto de su Padre. En el tercer relato, rechaza la tentación de exigir una intervención extraordinaria y espectacular de Dios que le proteja y ratifique ostentosamente la misión que le ha confiado.

La victoria de Jesús tiene relación con tres momentos –pruebas- a las que el pueblo de Israél sucumbió en el desierto:

  • Suspiraban por la comida de Egipto y renegaron de Dios.
  • Se vieron seducidos por los cultos a los dioses de los pueblos cercanos.
  • En Masá y Meribá, Israel se había careado con Dios y había tentado al Señor con sus exigencias insolentes:“Danos agua de beber”.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Cuáles son nuestras tentaciones?.

  • ¿Qué utilización hacemos de la Palabra de Dios? ¿Buscamos descubrir en ella la voluntad de Dios? ¿Cómo lo hacemos?.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 5,1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.

Subió a una de las barcas, la de Simón y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.

Cuando acabó de hablar dijo a Simón: Rema mar adentro y echad las redes para pescar.

Simón contestó: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tú palabra, echaré las redes.

Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se4 acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo. Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.

Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros den Simón- Jesús dijo a Simón: No temas: desde ahora, serás pescador de hombres.

Ellos sacaron las barcas a tierra y dejándolo todo le siguieron.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Es frecuente en la Biblia que antes de confiar una tarea importante a alguien, Dios se revele a través de un signo que manifiesta su poder. La pesca milagrosa prepara a los discípulos para seguir a Jesús. Sin embargo, la disposición a seguir a Jesús exige un cambio en la concepción que se tiene de él. En Pedro se opera este cambio y se expresa en la manera de dirigirse a Jesús. Cuando le pide que eche las redes, lo llama “Maestro”, un título de respeto. Pero al ver los resultados de la pesca reconoce en él al “Señor”; un título que la iglesia primitiva dirigía a Jesús resucitado.

Su confesión de los pecados indica que ha dudado de Jesús y no se había dado cuenta hasta entonces de que en él actuaba el poder de Dios.

La expresión “dejarlo todo” nos trae a la memoria el tema del desprendimiento; una actitud propia de todo discípulo en el seguimiento de Jesús. Lucas nos indica así que la generosidad en el desprendimiento debe ser uno de los signos distintivos de las comunidades y de los creyentes en Jesús.

Un aspecto común en todos los relatos evangélicos de vocación, es la iniciativa de Jesús. Es él quien decide a quien elige y cuando lo llama. Al contrario de lo que ocurría en su tiempo: eran los discípulos, (o sus padres), los que elegían a sus maestros.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Recordamos algún hecho, alguna persona, alguna experiencia vivida, que nos haya hecho cambiar -purificar-, la imagen que teníamos de Jesús?.

  • A lo largo de tu vida ¿Has tenido que “dejar”, “desprenderte” de algo o de alguien para que el seguimiento de Jesús esté siendo más verdadero?, ¿Cómo lo has vivido y lo vives?.

LLAMADAS:

¿Te sientes tú llamado a dejar algo que te dificulta o te impide el seguimiento de Jesús?. Intenta responder a la llamada, no tengas miedo

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 4,21-30

En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga:”Esta escritura que acabáis de oír, se ha cumplido”. Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: ¿No es este el hijo de José?.

Y Jesús les dijo: Sin duda me recitaréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”. Haz también aquí, en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.

Y añadió: os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo durante tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el Sirio.

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Para entender este texto tenemos que recordar el evangelio del domingo pasado: Jesús había leído en la sinagoga de Nazaret un texto de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para dar la Buena noticia a los pobres, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor” (Is 61,1-2). Después de leer dice: “Esta escritura que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.

Con todo esto se pretende describir cómo va a llevar a cabo Jesús su “tarea” de Mesías:

  • Jesús es enviado a hacer un trabajo que es de otro; es un mandato, no es el dueño del Evangelio.
  • La Buena Noticia se refiere a todo lo que es la persona y no solo a lo espiritual.
  • La salvación es para todos.
  • Los incrédulos piden signos.
  • El pueblo judío rechaza su predicación e intenta matarlo.
  • Pero Jesús vence a sus enemigos y la evangelización sigue su camino.

En este texto se puede ver también lo que va a ser el camino de la Iglesia y cómo tiene que ser fiel:

  • La Iglesia es enviada, no es la dueña del evangelio.
  • Su misión se dirige preferentemente a los más alejados, como hicieron Elías y Eliseo.
  • Su misión no se reduce a lo espiritual.
  • Se le piden signos y muchos no aceptan el evangelio.

La evangelización continúa.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Qué encontramos de positivo en que Jesús “realice” el evangelio tal como si dice en este texto?.
  • ¿Qué señales necesitamos nosotros para creer?.
  • ¿Qué aspectos de este modo de realizar el evangelio son más tenidos en cuenta en nuestra parroquia?.
  • ¿En que tendríamos que ser más fieles a la manera de hacer de Jesús?.

Vida Ascendente. Reflexiona el evangelio.

Proclamamos el evangelio de San Lucas 1,1-4, 4,14-21

Ilustre Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la Palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en la sinagoga y todos le alababan.

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, entro en la sinagoga, como era su costumbre los sábados y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y desenrollándolo, encontró el pasaje en el que estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor”.

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó … Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.

PARA COMPRENDER MEJOR:

Lucas comienza su evangelio al estilo de los clásicos griegos, con un prólogo, una dedicatoria y una descripción del método de trabajo seguido para componerlo.

Él no es un testigo ocular y con su obra no solo quiere hacer historia, sino confirmar la enseñanza que los miembros de su comunidad han recibido.
La segunda parte del texto es una síntesis de toda la actividad de Jesús en Galilea. Destaca “la fuerza del Espíritu” que descendió sobre él en el bautismo.

La lectura que hace Jesús es del profeta Isaías. Jesús es el “ungido” por el Espíritu de Dios y el “enviado” del Padre que expresa su misión en la sinagoga de Nazaret y se presenta como el que va a desarrollar ese programa.

La expresión de Lucas “dar la Buena Noticia a los pobres” consiste en proclamar la liberación y llevarla a cabo. Lucas utiliza ese mismo texto para contar la respuesta que da Jesús a los discípulos de Juan (Lc 7,22). La misión de Jesús se muestra y se lleva a cabo mediante sus obras liberadoras.

Lucas presenta a Jesús como imagen del Padre, lleno de misericordia y de amor; se le conoce como el evangelio de la misericordia. En él tienen relieve especial los pobres, las mujeres, los niños, los nacimientos y los pecadores.

NOS PREGUNTAMOS:

  • ¿Qué signos de liberación descubrimos a nuestro alrededor?.

  • ¿Qué signos concretos tendríamos que realizar en nuestra parroquia para que se percibieran más como comunidad liberadora en continuidad con la misión de Jesús?.

LLAMADAS:

¿Te sientes llamado por el Señor a realizar en tu vida algún signo de liberación? Este puede ser el “compromiso” de la semana.